ES IMPOSIBLE PENSAR SI NO ES A TRAVÉS DE UN LENGUAJE.

CUANTO MÁS RICOS SEAN NUESTROS LENGUAJES MÁS RICA SERÁ NUESTRA REALIDAD.


viernes, 27 de junio de 2014

A NUEVOS DESCUBRIMIENTOS.

El sustantivo entusiasmo procede del griego enthousiasmós, que viene a significar etimológicamente algo así como "dios te habita", "los dioses están en ti", o como ‘rapto divino’. En efecto, el sustantivo griego está formado sobre la preposición en y el sustantivo theós ‘dios’. Etimología que entusiasma.
Un niño que ríe en la arena
y sigue con sus ojos el vuelo de la nube.

Otro, en el parque, en el verde vivo,
abrazado por abuelos con raíces
descubre el rayo de sol
que entra entre las ramas.

Un tercero, atónito, 
mira las pompas de jabón, circles,
que vuelan y bailan
y tienen todos los colores.

Pero el más entusiasmado,
el más lleno de Zeus,
es aquel que por primera vez es consciente
de que es verdaderamente amado.

miércoles, 25 de junio de 2014

MATUTE, ANA MARÍA


Pecado de omisión (fragmento)

Durmieron en el mismo chozo de barro, bajo los robles, aprovechando el abrazo de las raíces. En el chozo sólo cabían echados y tenían que entrar a gatas, medio arrastrándose. Pero se estaba fresco en el verano y bastante abrigado en el invierno. El verano pasó. Luego el otoño y el invierno. Los pastores no bajaban al pueblo, excepto el día de la fiesta. Cada quince días un zagal les subía la collera: Pan, cecina, sebo, ajos. A veces, una botella de vino. Las cumbres de Sagrado eran hermosas, de un azul profundo, terrible, ciego. El sol, alto y redondo, como una pupila impertérrita, reinaba ahí. En la neblina del amanecer, cuando aún no se oía el zumbido de las moscas ni crujido alguno, Lope solía despertar, con la techumbre de barro encima de los ojos. Se quedaba quieto un rato, sintiendo en el costado el cuerpo de Roque el Mediano, como un bulto alentante. Luego, arrastrándose, salía para el cerradero. En el mismo cielo, cruzados como estrellas fugitivas, los gritos se perdían, inútiles y grandes. Sabía Dios hacia qué parte caerían. Como las piedras. Como los años. Un año, dos, cinco. "

Ana María Matute